Desde la costa occidental de Cádiz, hasta Nerja, en el límite con la provincia granadina, y bañada por el mar Mediterráneo, descubrirás una riqueza paisajística inigualable. Dónde sus numerosas playas, con aguas calmadas, cálidas y transparentes, se distribuyen entre la sierra y el mar.

Cada playa con su encanto, unas más bulliciosas, otras más tranquilas y solitarias, unas vírgenes y otras dotadas de los más avanzados servicios, en la Costa del Sol encontrarás tu paraíso particular. Tierra adentro, donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Pueblos blancos de hermosa arquitectura, envueltos en románticas leyendas, ponen su punto de luz en los recónditos valles donde la vida discurre plácidamente. Y desde la alta sierra la mirada abarca el horizonte hasta perderse en la inmensidad azul del mar.

Es el destino ideal para el que quiera disfrutar de unos días de sol y playa, sin olvidar las numerosas opciones que sus pueblos y paisajes de interior ofrecen al viajero. Disfrutar de su rica gastronomía y de la hospitalidad de sus gentes.